Todos agradecemos que nos atiendan bien. Nos gusta que, cuando llegamos a un sitio, nos reciban con una sonrisa, pero también que sean diligentes. Por desgracia, en muchas ocasiones sucede todo lo contrario; incluso somos atendidos como si nos estuviesen haciendo un favor.
Cierto es que muchos de nosotros llegamos a los sitios como un elefante en una cacharrería y tratamos francamente mal a las personas. Pensamos que el cliente siempre tiene la razón, una frase que no ha ayudado en absoluto a que seamos personas respetuosas con quienes nos están atendiendo. El respeto debería ser recíproco, porque la cortesía y las buenas maneras son el primer paso para lograr un clima de cordialidad, donde podamos disfrutar del momento sin … Leer más...