
#sutilezascotidianas El deporte, cada fin de semana, nos deja momentos inolvidables: verdaderos ejemplos de superación, respeto y convivencia. En más de una ocasión he recordado la importancia que tiene el deporte base y el papel destacado de los padres, y cómo influye nuestro comportamiento en la educación de nuestros hijos, sumado luego al trabajo de los entrenadores.
La sociedad debería realzar y destacar más al deportista respetuoso. Por desgracia, damos más eco y repercusión al pedante, al irrespetuoso… Más visibilidad al provocador, llegando a un punto en que, cuando un deportista tiene un gesto de deportividad, lo vemos como algo excepcional.
Los más jóvenes no solo deben fijarse en cómo juegan sus ídolos, sino también en cómo se comportan con el adversario, el respeto que demuestran, porque toda esa suma es lo que hace que un deportista sea un ejemplo. Por lo tanto, importa tanto cómo juegan como cómo se comportan. Para mí, esto es indivisible, debido a la repercusión e impacto que tienen en la sociedad. El deporte es una herramienta para generar y regenerar valores.
El fracaso y la adversidad sobrevuelan constantemente al deportista, igual que un buitre espera a su presa… Y es aquí donde encontramos uno de los momentos más importantes del deporte: ver cómo un deportista se recompone y supera una adversidad desde el respeto y sin trampas, logrando vencer un partido, una carrera… que prácticamente tenía perdida. Esto lo pudimos ver hace unos días en París.
Carlos Alcaraz y Jannik Sinner nos regalaron un partido que pasará a la historia. Dos auténticos deportistas ejemplares, no solo por la calidad tenística de ambos —que fue exultante—, sino también por el nivel de respeto mutuo. Mi amigo Ignacio me envió un mensaje donde me decía que ese partido merecía un capítulo de Sutilezas Cotidianas, y tuvimos en ese momento una especie de telepatía, porque fue maravilloso ver en ese partido todo lo que representan los valores en el deporte: esfuerzo, superación, respeto, humildad, señorío, saber estar, buenas maneras… No tirar nunca la toalla, por muy adversa que sea la situación; superar la dificultad, aunque la solución parezca lejana, pero… sin olvidar al adversario, que con su elegancia y respeto también facilita y completa el círculo perfecto de un partido ejemplar, no solo en lo deportivo.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maison
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 95) | #todocomunica