#sutilezascotidianas | Se siguen repitiendo las faltas de respeto al seguidor, al fan que acude entregado a ver jugar a su equipo, al aficionado que sigue desde casa a sus jugadores favoritos; motor de los clubes, que viven con pasión cada partido.
Ganar y perder forman parte del deporte, y una de sus esencias es precisamente el cuidado de los valores. El respeto es inherente al deporte y, por tanto, debería estar presente en cada momento, dentro y fuera del campo.
En más de una ocasión he destacado la responsabilidad que tienen los jugadores con la sociedad, precisamente por su visibilidad y su altísima capacidad de influir, especialmente en los más jóvenes. También lo son —tanto o más— los clubes de fútbol, porque deben hacer todo lo posible para que los valores estén presentes en el día a día de sus vidas.
Efectivamente, la responsabilidad de un futbolista o de cualquier otro deportista es ganar, esforzarse para dar lo mejor de sí mismo, pero no menos importante es ser respetuoso: con el adversario, sí, pero también con su propio seguidor, al que debería cuidar y mimar, porque gracias al fan ellos pueden ser unos privilegiados. Es cierto que ser un deportista de alto nivel exige un sinfín de esfuerzos personales, pero también es cierto que el retorno es muy alto.
Cuando un equipo es eliminado, el club debe tener presente al seguidor, no solo de palabra; también con hechos. Por desgracia, en innumerables ocasiones, los deportistas no dan la cara. Sí, están desolados por haber perdido, pero el aficionado agradecería escuchar a algún jugador de su equipo explicando lo sucedido, siendo empático. Y aquí los clubes también tienen que facilitarlo y hacer todo lo posible para que acudan a las entrevistas y transmitan respeto a sus seguidores.
Los responsables de comunicación y protocolo, entre otras cosas, tenemos también la responsabilidad de hacer todo lo posible para que esto se cumpla. Es nuestra labor cuidar los tiempos, las formas y los mensajes; es cuestión de respeto hacia quienes lo dan todo, jornada tras jornada, desde la grada o desde casa.
Como indicaba antes, tanto en la victoria como en la derrota, los deportistas deberían ser más empáticos y respetuosos con sus seguidores. Y los clubes, esforzarse mucho más por hacer accesibles a sus jugadores a los medios de comunicación, que hacen de enlace y altavoz con el fan.
Los más jóvenes mimetizan el comportamiento de sus ídolos. Si sus ídolos son respetuosos con sus adversarios, con sus compañeros, con los himnos, con los aficionados del equipo contrario, si al terminar el partido se quedan a saludar o dan la cara cuando pierden… enriqueceremos una sociedad —totalmente entregada a su equipo— que necesita modelos representantes de las buenas maneras.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maisón
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 90) | #todocomunica