Estudiando y analizando la evolución de los eventos en España, entre otras conclusiones, os expongo una que no deja de despertar un cierto interés, y que ya empiezo a contemplar para otros eventos futuros.
Siempre trabajamos -e incluso llegamos al borde de la obsesión- en la necesidad imperiosa de lograr que nuestro evento se difunda y salga en todos los medios posibles, cuantos más, mejor. Vivimos bajo la presión de interactuar lo más rápido posible con las personas y consideramos un fracaso si no cumplimos estos objetivos.
Ahora empiezo a pensar que quizás estemos descuidado otro factor, posiblemente más importante que lograr grandes niveles de difusión; y es cuánto tiempo hablamos de ese evento después de haberse celebrado; por lo … Leer más...