Ayer, después del partido del Barcelona contra el Almería, Xavi Hernández se presentó ante los medios en la rueda de prensa habitual. La silla del compareciente, que a menudo resulta incómoda dependiendo del resultado del equipo o de los temas candentes fuera del campo, fue el centro de atención. Los periodistas, cumpliendo su rol, no tardaron en preguntar sobre el posible malestar de Laporta por unas declaraciones recientes de Xavi.
Es crucial recordar que los periodistas no son nuestros enemigos; su labor merece respeto y comprensión. Aunque Xavi expresó estar motivado y con ganas de continuar, su lenguaje corporal transmitía un mensaje diferente. Este desajuste entre sus palabras y su actitud física destaca la importancia de … Leer más...