Roland Garros, chapeau

Hoy me siento muy feliz por varios motivos, uno porque una vez más hemos logrado otra importantísima victoria en uno de los torneos más prestigiosos del mundo; ya era una victoria antes de empezar porque íbamos a disfrutar de una final entre dos españoles ejemplares.

El segundo motivo es por nuestra profesión; ha sido un torneo ejemplar. Todo es mejorable y hay pequeños detalles que podrían haberse hecho de otra forma, como la programación de las pistas ya que Ferrer tardó en pisar la pista principal en los partidos previos -teniendo en cuenta su clasificación en la ATP. Pero hoy sólo quiero hablar de lo positivo –y lo intentaré hacer así en próximos artículos- de las hermosas secuencias de un evento deportivo que ha enriquecido al protocolo deportivo. No quiero extenderme y procuraré enumerar una serie de puntos que considero destacables:

  1. La decisión de que entregue los trofeos Usain Bolt, es un gran acierto. Es una clara forma de despolitizar el deporte. Creo que debería ser extensible a todos los deportes. Es cierto que es necesaria la presencia de las autoridades deportivas pero asumiendo su rol. El hecho de que un deportista de élite entregue los premios, permite trasmitir un mensaje de reconocimiento al deporte –superación, esfuerzo, constancia…- en definitiva, transmitir una serie de valores que debemos hacer llegar a una sociedad en la que uno de sus pilares es el deporte.
  2. Una fantástica escenografía. Está diseñada para difundir un evento de calidad y para realzar al ganador.
  3. Me parece ejemplar la distribución de la pista; la prensa puede hacer su trabajo en optimas condiciones, los recogepelotas en un sitio perfecto y el resto personas que componen la organización, en su puesto; todos forman una familia que arropan a los verdaderos protagonistas, los deportistas.
  4. La seguridad ha tenido que actuar en dos ocasiones en la final. En una primera ocasión cuando dos espectadores interrumpieron el partido, siendo desalojados sin interrumpir el transcurso del evento. En una segunda ocasión, cuando entró un espontaneo con una bengala. Rápidamente los servicios de seguridad actuaron de una forma brillante, protegiendo a los jugadores pero sin mermar la imagen de la prueba, en la que pudimos vivir el bonito gesto de Nadal agradeciendo a un miembro del equipo de seguridad su trabajo.
  5. La realización resultó efectiva y en los momentos en que ocurrieron las incidencias descritas en el punto anterior, reaccionó rápido y sin sobresaltos. Sabemos que tienen sus riesgos los eventos en directo por eso la necesidad de un equipo muy cualificado para velar por la imagen del torneo.
  6. Un palco sin sobresaltos; nada que ver con lo que vemos en otros deportes.
  7. No nos olvidemos que el tenis es un deporte que cuenta con una gran aceptación en los medios. Concretamente en Roland Garros los ingresos por patrocinio han crecido más de un 6% y a modo de ejemplo, BNP invierte 30 millones de euros en el circuito. Cifras muy significativas.
  8. La prueba francesa se desvive para fidelizar a sus patrocinadores, cuidando y protegiendo una imagen como la suya. Qué importante es esto, ¿verdad?
  9. Gran detalle en el día del cumpleaños de Nadal, al finalizar uno de los partidos, le sorprendieron con una tarta y todo el público le canto cumpleaños feliz.

Como os decía al principio de mi reflexión, estoy muy feliz porque todo esto contribuye a enriquecer el protocolo deportivo. El tenis me encanta porque en la pista, la organización roza la perfección, demostrando que:

  1. Con un buen equipo se alcanza la excelencia.
  2. La planificación logra maximizar los objetivos.
  3. Ensalzar al deportista, mejora cuantitativamente y cualitativamente la imagen de nuestro evento.
  4. La valentía de innovar -sabiendo- es garantizar la evolución de la prueba.
  5. Despolitizar la entrega de premios, ensalza más los valores del deporte.
  6. La escenografía es el paisaje donde se representa el evento; cuanto mas trabajado, mayor será el éxito.
  7. Cada uno de las personas del equipo sabe a la perfección, cuál es su tarea y esto se traduce en una efectividad máxima.
  8. Trabajan y estudian hasta el último detalle costumbres y las manías de los deportistas. Grandes anfitriones que cuidan de sus invitados.

El protocolo una vez más ha sido la herramienta esencial para lograr la excelencia; hoy me siento muy feliz por nuestra profesión.

Javier Vila de Savenelle de Grandmaison | @_JavierVila_

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