Este titular pertenece al diario El Mundo, publicado hoy; le sigue el siguiente texto:
Los presidentes, esquinados. La cena oficial que organiza esta noche la UEFA en Lisboa, la jornada previa a la gran final, no ha tenido buena acogida en el Real Madrid y el Atlético de Madrid. ¿El motivo? La colocación de los presidentes de ambos clubes, protagonistas máximos de la gran cita de la Champions League, en la mesa presidencial.
Así, Florentino Pérez y Enrique Cerezo aparecen, frente por frente, en un rincón de la mesa. Al lado, justo al final, cierran la representación oficial sus ‘manos derecha’ Pedro López Jiménez y Miguel Ángel Gil Marín.
En el puesto central del ágape, en cambio, se sitúan el presidente del organismo, Michel Platini, y el de la Federación portuguesa, Fernando Gomes, ambos escoltados por sus parejas. Cercanos a ellos, en ‘mejor’ posición que Florentino Pérez y Cerezo, cenarán Ángel María Villar, presidente de la Federación Española, acompañado por su mujer, Ana, y el presidente del Benfica, Luis Filipe Vieira.
Todo, mera cuestión de protocolo, pero un protocolo que, precisamente, no ha sentado nada bien a los representantes de los equipos finalistas.
Mi opinión:
Una muestra más de que el protocolo deportivo, en muchas ocasiones, está en manos de intereses particulares y el caso de fútbol merece una mención especial. Ya no es cuestión solo de un palco o de la entrega de premios.
Comparto con vosotros una serie de datos que pueden ser muy significativos y que destacan la dimensión institucional del fútbol:
Unión Europea 28 países | UEFA 53 países
ONU 192 países | FIFA 209 países
Copa del Mundo FIFA Sudáfrica: audiencia acumulada 26.000 millones
Apertura Londres 2012: 4.000 millones
(fuente: Javier Sobrino. Diplomacia Deportiva. Editorial Andavira
El protocolo deportivo en general necesitaría trabajar, entre otros aspectos, en los siguientes temas:
- Palco: Escenificar un cambio profundo en la ordenación en los palcos; demuestran que deberían estar otras personas en los puestos más destacados. Creo que el deporte debería ir hacia otro tipo de representatividad; cierto es que el anfitrión tiene mucho que decir pero la estructura debería ser otra. Rediseñaría los palcos.
- Entrega de premios: buscaría interactuar más con los espectadores, buscando un plano más abierto y próximo.
- Autoridades: sería un interesante debate, quienes deberían estar y por qué. Deberíamos tener en cuenta a otras personas, como por ejemplo figuras destacadas del futbol o seleccionadores; muchas veces están, pero la cuestión es cómo. Es necesario despolitizar el deporte. Unificar criterios.
- Actos-eventos: Creo que es necesario, una clasificación de los tipos de actos/eventos que se organizan antes y después de los partidos de fútbol. Determinar, por escrito, el carácter y el objetivo del mismo.
…
El protocolo no tiene la culpa de todo esto; el protocolo no es mas que una herramienta mal empleada nos lleva a que sucedan cosas como estas. No obstante, conviene destacar que también las herramientas necesitan ser revisadas y si es necesario, actualizadas, modificándolas para que garanticen su óptimo funcionamiento. El protocolo deportivo pide a gritos modernizarse, entre otras cosas porque todo evoluciona y posiblemente los objetivos deban ser otros.
El deporte tiene un importante papel en la sociedad, transmitiendo una serie de valores que uno puede comprobar en la inmensa mayoría de los deportistas, esfuerzo, constancia, trabajo en equipo, respeto, superación, humildad, sacrificio… El protocolo deportivo debe ser una herramienta que realce estas cosas.