¿Austeridad protocolaría?

Mi reflexión: Llevo unos días leyendo en los periódicos que, tanto instituciones públicas como privadas recortarán en protocolo. ¿Somos nosotros, los profesionales, los culpables de esto?. Es cierto que para desempeñar un determinado trabajo debe estar bien preparado y tener varias ideas claras, como por ejemplo:

  1. Ser conscientes de la importancia de nuestra función en la empresa y la responsabilidad que conlleva.
  2. Saber y ser conscientes de nuestras limitaciones.
  3. Tener capacidad y desear seguir aprendiendo para mejorar.
  4. Establecer una comunicación clara y directa con el equipo de trabajo.
  5. Defender los intereses de nuestra empresa/institución; hacer valer nuestros conocimientos para optimizar sus recursos.
  6. Cuidar y velar la importancia de trabajar en equipo, intentando buscar un ambiente cordial en el trabajo.
  7. Respetar y cumplir con nuestra palabra.

Ahora resulta que protocolo es ahorrar en botellas de agua, obsequios, etc. y yo digo, ¿por qué las personas que tienen la última palabra no confían más en su equipo de Profesionales de Protocolo? No es un agrio comentario pero estos titulares hacen daño a una profesión que claramente es infravalorada, sugiere que el Protocolo equivale a  gasto.

Hoy más que nunca es cuando las empresas y las instituciones deberían dejarse recomendar por los profesionales que cada vez están más preparados para capear en estos duros momentos económicos.  

Un profesional de Protocolo cualificado es una auténtica inversión y un valor en alza en cualquier empresa o institución. Hay que reivindicar y defender nuestra profesión, como una herramienta básica e indispensable para salir de la crisis.  

Javier Vila de Savenelle de Grandmaison | Your Sitting |

 

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