#sutilezascotidianas | Todos, en algún momento, hemos vivido una decepción. Los motivos pueden ser muy diversos, al igual que nuestras reacciones. Hay situaciones que jamás esperaríamos y otras que vemos venir; cuando las ves venir, es más fácil estar preparado y, probablemente, te afectarán mucho menos. La reacción forma parte de tu estado anímico y la habilidad de saber canalizarla influye en gran medida en cómo dejamos que nos afecte.
Procuro, en la medida de lo posible, ser amable con todo el mundo; entiendo que la cortesía es algo que, al margen de si tienes más o menos afinidad con una persona, siempre debe mantener unos mínimos de saber estar.
Algunos confunden la amabilidad y la educación con una posible señal de debilidad o incluso, si mantienes un tono pausado y no te quejas, creen que pueden tomarte el pelo… Se aprovechan de uno por ser una buena persona; vas permitiendo, les das la mano y, al final, te cogen el brazo entero.
Hay situaciones en las que no reaccionas por respeto y aprecio hacia esa persona, otras por miedo a perder “algo”, y otras simplemente por educación… Pero lo más importante es que, al margen del desprecio —aunque en algunos casos es muy difícil—, tengamos la capacidad de mantener las formas y la tranquilidad, porque las formas pueden quitarnos la razón.
A lo largo de mi vida me he encontrado con personas que se creen más listas, pícaras… y probablemente lo sean, pero deben saber que, aunque crean que se han salido con la suya y que los demás somos tontos, uno siempre acaba dándose cuenta de las intenciones reales. Quizás uno debe poner un límite y debe hacerlo; el problema es que, a veces, pagan justos por pecadores. Sin embargo, lo más importante es recordar que nunca debemos reaccionar en caliente… La experiencia me dice que, cuando lo hacemos, solemos perder la razón.
Hacer el bien y esforzarse en ser una buena persona, al margen de que nos hagan daño, merece la pena, porque es el mejor camino para crecer y evolucionar como persona. Ser fiel a nuestros valores nos hará sentirnos en paz con nosotros mismos y con quienes realmente importan.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maisón
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 79) | #todocomunica