El #protocolo es una herramienta de comunicación de la que pocos reconocen sus virtudes

(9) Sábados de reflexión

www.shantidi.wordpress.com

Quiero empezar la columna de los sábados dando las gracias por vuestra increíble acogida a mi nuevo proyecto #JVSG. Es una motivación para nosotros. Un ejemplo, el vídeo de unos surfistas salvando a unos delfines, ha llegado a más de 70.000 personas. Si, nuestro objetivo es vender productos con mi marca pero, no menos importante para nosotros, es crear conciencia (#creaconcienciaJVSG). Es una de nuestras prioridades y queremos daros las gracias porque con vuestra ayuda podremos sensibilizar sobre los problemas de nuestro planeta.

La próxima semana en nuestra página oficial https://www.facebook.com/JavierVSG/ subiremos nuestro primer concurso con un fin social, ayudar a una escuela en la India, la Escuela Shantidi-India www.shantidi.wordpress.com.

Felices de aportar nuestro grano de arena.

¿Quiénes son?


El protocolo es una herramienta de comunicación de la que pocos reconocen sus virtudes, pero todos utilizan para que todo salga bien. La imagen del protocolo en la sociedad es una imagen paupérrima y muchos periodistas –que desconocen nuestra profesión y no se preocupan de informarse bien antes de opinar—escriben en sus artículos hirientes palabras que confirman esta opinión.

No deja de ser curioso que una herramienta tan criticada es a su vez, una herramienta indispensable en cualquier acto o evento que se organice. Todos queremos que los eventos que organizamos salgan bien e incluso la mala llamada nueva política, recurre al protocolo para que todo salga bien y se cumpla su ideario. Siempre digo que el problema del protocolo es cómo se utiliza o se aplica pero también demuestra que es maleable y que rápidamente evoluciona y se adapta a las necesidades de cada momento. Es una herramienta de comunicación que tiene vida y su capacidad de evolución es inmensa.


Cuanto más sencillas son las personas, más fácil resulta llegar al entendimiento. Siempre que tenemos una reunión para preparar un acto, asesorar a una persona, una visita de trabajo, una negociación, etc., si tenemos la suerte de estar con personas sencillas, es prácticamente seguro que saldrá todo bien. La prepotencia es un inconveniente muy grande en una negociación y que perjudica a la unión del equipo. Las organizaciones tienen serios problemas a la hora gestionar la prepotencia pero su antídoto pasa por la convivencia de personas sencillas y por premiar las conductas positivas que faciliten dicha convivencia.

El protocolo es una herramienta de comunicación que necesita ser aplicada con sencillez. Una pequeña dosis, abre la puerta del fallo. Podemos tener un R.D., un sinfín de normas, tradiciones y costumbres pero sin sencillez y humildad ninguna servirá de nada. El protocolo tiene que estar en manos de personas humildes.


La falta de educación de las personas, afecta directamente a los #valores de un país. Supuestamente casi todo en nuestras vidas está en continua evolución, pero me temo esta evolución no es siempre positiva. La educación está sufriendo un claro retroceso.  Muchos aplauden el insulto y otros recurren a él para llamar la atención. La falta de educación está cada vez más presente en el día a día.

Debería de ser una prioridad en nuestras vidas rodearnos de personas educadas y desde luego, nuestros políticos tendrían que ser los primeros en dar ejemplo. Un país crece, evoluciona si la educación está presente.


En nuestra profesión utilizamos mucho la palabra etiqueta y confieso que esta palabra cada día me gusta menos. Ya de por si la palabra puede tener un sentido negativo, etiquetar no es bueno porque remarca la diferencia; cierto es que muchos compañeros de profesión la utilizan muy bien y conscientes de su significado y aplicación. El problema de esta palabra es que en malas manos, puede ser muy dañina.

También es curioso que siempre decimos que la etiqueta no es protocolo, pero siempre hablamos de ella. Quizás sería bueno que la etiqueta formase parte de la estructura del protocolo para que tuviese un buen uso. Enciendes la televisión y cualquiera habla de esto pero precisamente así, estos tertulianos inconscientemente contribuyen a etiquetar pero a las personas.

No digo que estas personas no hablen de ello pero si digo que los periódicos, radios, tertulias, cuenten en su plantilla con profesionales del protocolo que contribuyan en enriquecer sus respectivos programas o artículos.


lectura: 

Javier Vila de Savenelle de Grandmaison | Protocolista

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