#sutilezascotidianas | A lo largo de mi vida he conocido a personas que han destacado por su talento… afortunados por poseer un don que les permite sobresalir con suma facilidad. No pretendo restarle importancia al talento, ni mucho menos verlo como algo negativo, todo lo contrario. Aquellos que tienen esa gran fortuna deben ser conscientes de lo afortunados que son y cuidar ese premio. Pero… si al talento le sumas la voluntad, el resultado puede mover montañas. La voluntad es uno de los ingredientes más esenciales en nuestra vida cotidiana. Sin voluntad no podemos alcanzar prácticamente ningún objetivo, por mucho talento que tengamos. Es la compañera ideal para facilitar la vida de los demás, cuidar nuestra salud, seguir evolucionando y aprendiendo, ser educados y respetuosos.
Todo lo que nos propongamos en la vida, sin voluntad, jamás lo alcanzaremos. Probablemente esa frustración que sentimos al no lograr algo se deba —en muchas ocasiones— precisamente a la falta de voluntad. La voluntad de salir a correr temprano por las mañanas, de no enfadarse por el egoísmo de los demás, de seguir estudiando, de ser más respetuosos, de darle a las cosas la importancia que tienen, de hacer aquello que no nos gusta y que solemos postergar…
La voluntad también se trabaja y alimenta poco a poco hasta que se convierte en un hábito que nos enriquece. Tiene la capacidad de cambiar nuestras vidas y la de las personas que nos rodean, además de facilitar la convivencia. Porque con voluntad podemos incluso entender a aquellas personas que no piensan como nosotros. No todo es fácil ni algo que se consiga en dos días… tampoco quiere decir que, por mucha voluntad que tengamos, podremos cambiar al tonto de turno. Pero sí nos ayuda a saber sobrellevarlo, porque tendremos la voluntad de no tomarnos todo a la tremenda, de diferenciar entre lo que depende de nosotros y lo que depende de factores externos.
Es importante recordar que la voluntad puede orientarse tanto al bien como al mal. Hay quienes, por una gran pérdida de valores, tienen objetivos en la vida que no pasan precisamente por respetar normas éticas o morales.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maisón
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 60) | #todocomunica