
#sutilezascotidianas Últimamente escucho y leo en diversos medios que los jóvenes comunican de otra manera, que ya no se “estilan” ciertas cosas y que todo es más moderno, fresco y directo.
Sí, efectivamente, la comunicación no es que haya cambiado, ha evolucionado gracias —entre otras cosas— a las nuevas herramientas que han ido apareciendo en nuestras vidas, como las redes sociales. Hoy no toca valorar el papel de las redes sociales ni cómo pueden influir en la vida de los jóvenes —y no tan jóvenes—, pero sí os adelanto que, en muchos casos, su influencia ha sido y sigue siendo negativa.
En el mundo del deporte, los jóvenes dedican más tiempo a la comunicación, pero esto no es sinónimo de calidad; incluso, en innumerables ocasiones, está suponiendo una sobreexposición y, por lo tanto, abrir aún más la puerta a la crítica.
La explosión comunicativa tiene varias vertientes. La visibilidad favorece al deportista, al deporte, a los patrocinadores y a las entidades, pero uno no puede controlar lo que se dice de él. Para muchos deportistas, esto está suponiendo un desgaste psicológico que repercute directamente en su rendimiento, en su relación con los demás y, por extensión, en la manera en que se comunican.
Si bien la comunicación ha evolucionado, jamás se puede justificar con ello los ejemplos desafortunados que vemos prácticamente cada día, porque los valores son —y deberían ser— atemporales. No podemos defender que “es otra generación” para aceptar como normal las faltas de respeto, argumentando que son más seguros de sí mismos o más descarados. La discreción, la humildad, el respeto al rival y el compañerismo deben seguir presentes con el paso del tiempo.
Las grandes promesas del deporte, con un impacto incalculable en la sociedad, deben cuidar aún más estos valores, porque los nuevos formatos de comunicación permiten llegar de forma más directa y sin filtros. Los entornos —de los que ya he hablado en otras ocasiones— son un factor determinante para evitar que caigan en errores: malas decisiones, pérdida de perspectiva, alejamiento de los valores y la tentación de usar la excentricidad como una catapulta fácil hacia la fama.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maison
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 104) | #todocomunica #buenasmaneras
