#sutilezascotidianas | Todos, cuando viajamos con cierta frecuencia a un determinado lugar, tendemos a ir a esos sitios donde nos sentimos a gusto. Puede ser por un viaje de trabajo, en verano, cuando visitamos a un familiar… Procuramos disfrutar de un café, de una buena comida o de un aperitivo.
Cuando repetimos un establecimiento lo hacemos por diversos motivos. La amabilidad y la atención son fundamentales para que nos guste, además de la calidad del producto. Pero hay algo dentro de nosotros que nos hace sentir como en nuestra propia casa o, al menos, muy a gusto y tranquilos. La decoración, el ambiente, el precio… son factores que tampoco podemos olvidar y que pueden inclinar la balanza para que repitamos.
Hay lugares que nos invitan a desconectar y ralentizar, a relajarnos y disfrutar de una buena conversación o del silencio, leyendo o simplemente tranquilos, sin pensar en nada. Estos lugares tienen mucha más importancia en nuestras vidas de lo que pensamos.
En otra ocasión os había hablado de una cafetería —Ruanova— en Galicia o de la tienda de deportes Manel Sánchez; hoy os hablo de una fantástica heladería en Madrid… y en próximos capítulos os recomendaré otros lugares —restaurantes, hoteles, tiendas…— por distintos motivos.
La Heladería Livorno es —probablemente— una de las mejores heladerías que conozco. Cada vez que viajo a Madrid, una de las primeras cosas que hago es ir a Livorno. Nada más entrar, te reciben con una sonrisa y, en mi caso, dado que paso mucho tiempo fuera de España, con un buen abrazo. Alfredo —el jefe— lo primero que hace es dejar lo que está haciendo para darme un buen abrazo y un beso. Ya son muchos años, y el cariño y el respeto son muy grandes. Trabajador, divertido, educado… un señor que transmite serenidad y saber estar. Esto crea un clima perfecto para disfrutar no solo de un helado buenísimo, sino también de un buen café o de una fantástica empanadilla. No está solo; su hijo Juan Ignacio sigue sus pasos… es sensacional y detallista, atento a que todo esté perfecto y a que en ningún momento nos falte nada. Es un perfecto anfitrión que te hace sentir como en tu propia casa.
Si vas por Aravaca, te recomiendo que les visites. Estoy convencido de que repetirás y, si vas por la mañana, te encontrarás con María Luisa… Son tantos años que la conozco… es una parte importantísima de Livorno: amable, tan detallista con mis hijos, siempre tan cariñosa con ellos.
Seguro que tú también tendrás tus lugares donde te encuentras así. Qué afortunados somos por disfrutar de sitios donde podamos sentirnos tan bien, rodeados de buena gente en un entorno agradable y educado.
Alfredo, Norma, Carolina, Juan Ignacio, familia… María Luisa y equipo… gracias por cuidarnos tan bien —siempre—.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maisón
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 57) | #todocomunica
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**La Heladería Livorno no solo conquista con la calidad excepcional de sus helados, sino también con la calidez y las buenas maneras de su equipo. Cada visita se convierte en una experiencia que invita a regresar, donde el sabor y la amabilidad van de la mano. Un lugar que destaca por su excelencia en todos los sentidos.
Av. de la Osa Mayor, 101, Moncloa-Aravaca, 28023 Madrid, España.
- Cafetería Ruanova https://www.javier-vila.es/sutilezas-cotidianas-gestos-de-amabilidad-en-tiempos-dificiles/