Quizás esté equivocado y me gustaría estarlo pero creo que *el mundo se muere por la falta de valores.
Ética para Amador es un libro de Fernando Savater –con el que he tenido el gusto de charlar alguna vez- habla de estimular el desarrollo de ciudadanos librepensadores y no de fabricar ciudadanos bienpensantes. Esto tiene para mí una objeción y es que para llegar a ser un librepensador deberíamos tener una sólida base educativa, construida desde la niñez en base a los valores.
Si bien cada día estamos más preparados y con grandes carreras universitarias, percibo que estamos en caída libre en cuanto a valores. De qué nos sirve estar –como he dicho- muy preparados si no somos incapaces de interactuar con los demás desde el respeto.
Deportistas, políticos con una gran presencia en los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad en contribuir a regenerar los valores. Sin omitir la de los padres, que algunos- entienden de una forma errónea y ceden a terceros en lugar de asumirla como propia.
Mi trabajo no es educar pero si recomendar ciertas actitudes para fomentar la cordialidad en las relaciones entre instituciones y por ende entre personas, desde los valores. Todos cometemos errores y desde luego, yo los cometo todos los días pero procuro no ser despectivo o hiriente en mis argumentos o malévolo en mis acciones.
El poder y la necesidad de notoriedad han contribuido a dicha decadencia sin olvidarnos que fomentar la competitividad recrudece nuestro comportamiento si omitimos los valores.
En estos últimos años he podido comprobar que los factores, culturales y sociales son también ingredientes básicos en la construcción de los valores en las personas. El mundo se muere por la falta de valores y pocos hacen algo para remediarlo.
Javier Vila de Savenelle de Grandmaison | página de Facebook
*Artículo dedicado a Ignacio Echeverría y a su familia. Todo un ejemplo a seguir. D.E.P.
Imagen: Canarias7