Siempre he defendido la crítica y entiendo que es importantísima para seguir evolucionando. Las críticas forman parte de nuestras vidas y sin ellas es imposible crecer. Muchas de ellas son enriquecedoras y logran despertar nuevas reflexiones que nos permiten interactuar.
Me gusta mucho leer los artículos que mis compañeros de profesión escriben desde distintas partes del mundo y procuro estar pendiente de sus publicaciones en sus respectivos blogs porque es -también- una manera de seguir aprendiendo y de conocer distintos puntos de vista, para sacar mis propias conclusiones. Aunque afortunadamente es una minoría, he comprobado que alguno sólo escribe cosas negativas de nuestros compañeros y en tono de superioridad, no solo en sus artículos, también a través de las redes sociales. Es feo y descortés hacer criticas que lo único que buscan es crear polémica para conseguir mayor repercusión.
Hay determinados comentarios que es preferible hacer en privado a nuestro compañero -si consideramos que se ha podido equivocar- porque la elegancia es discreta y el ego indiscreto. Conviene cuidar cómo hacemos las críticas porque -en muchas ocasiones- desconocemos las particularidades de cada situación. Esto lo he podido comprobar con un acto que se celebró recientemente en Argentina. El error existió y era necesario comentarlo pero la crítica que hizo este profesional fue desmedida; siempre criticando duramente a sus colegas de profesión de argentinos. En este caso estábamos ante una crítica destructiva.
Quizás -y yo el primero- deberíamos escribir más destacando las cosas positivas que se organizan o que le suceden a nuestros compañeros antes de señalar públicamente a través de un tuit o un artículo las negativas. Nos cuesta mucho alegrarnos de los éxitos de los demás y más hacerlo públicamente.
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- LA DESPOLITIZACIÓN DEL PROTOCOLO
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Ya he hablado en diversos artículos sobre la politización del protocolo. El protocolo se ha convertido en objeto de reproche y, cada vez que hay unas elecciones, podemos comprobar que esto se hace más palpable. En las elecciones brasileñas, colombianas, americanas y ahora en la precampaña en España uno puede observar esto. El protocolo está expuesto todos los días a muchas interpretaciones semánticas por parte de los medios comunicación y si a esto le sumamos la torpeza de algún jefe de gabinete, el cóctel es explosivo. El profesional de protocolo -en la mayoría de los casos- no tiene la culpa, porque el que tiene la última palabra es otra persona.
Por eso es muy importante que los profesionales estemos unidos y que se canalice la fortaleza de esta unión a través de las asociaciones y éstas -a su vez- de la OICP. Lograr que estas asociaciones tengan peso ayudará a que el profesional se sienta más protegido, reafirmando -aún más- su capacidad de decisión.
La unión hace la fuerza para despolitizar el protocolo. Tarea titánica pero indispensable porque están desprestigiando nuestra profesión, haciéndonos responsables de cosas que no tienen nada que ver con el protocolo.
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- El SENTIMIENTO Y EL ARGUMENTO
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Cualquier cosa que hagamos en nuestra vida y más en nuestra profesión, necesita un argumento sólido. Siempre le digo a mis alumnos que, por muy bien que planteen un proyecto, necesita un buen argumento para defender con garantías nuestra propuesta. Pero hay algo también muy importante: el sentimiento. Sin sentimiento no llega el mensaje.
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- CAMPUS DE FÚTBOL INTERNACIONAL EN COMILLAS
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Estamos organizando un campus internacional de fútbol para el próximo verano en Comillas. En breve difundiremos toda la información. Esta mañana escribía un tuit sobre esto en el que decía que España es uno de los mejores países del mundo para disfrutar del deporte. También creo que es un país referente en protocolo deportivo. Conozco grandes profesionales que están realizando una gran labor organizativa.
Las federaciones e instituciones deberían explotar más las cualidades que tiene nuestro país para organizar más eventos deportivos de repercusión internacional.
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- CAFÉ CON
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Quería felicitar a Natalia Caballero por su nueva sección en su blog ´café con´. Hizo en su primer articulo, una interesante entrevista a Carlos Fuente. Este tipo de entrevistas son buenas porque nos ayudan a conocer aún más a nuestros profesionales. Enhorabuena Natalia. www.eventocomunicacion.es
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- LA UTILIZACIÓN DE LOS SÍMBOLOS
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En todos los países cada vez que se acercan unas elecciones podemos comprobar como algunos sucumben a la tentación de utilizar los símbolos con el fin de intentar conseguir más votos. Por desgracia no es algo nuevo y lo seguiremos viendo. Los símbolos están para ser respetados, siendo conscientes de que representan a muchas personas.
Los factores culturales y sociales de cada país marcan mucho las propuestas en sus respectivas escenografías. Lo que podemos considerar excesivo en un país, en otro puede resultar totalmente normal.
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- DISFRAZANDO AL POLÍTICO
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Llegan las elecciones y muchos asesores deciden disfrazar a los políticos. Les vemos haciendo cosas que sabemos que en su vida normal no harían. A priori puede resultar gracioso pero a la larga eso tiene un efecto contrario, con su correspondiente pérdida de credibilidad. La credibilidad cuesta mucho ganarla y se pierde muy fácilmente. Para ganar votos no se necesita disfrazar al político o tener unas escenografías espectaculares; el envoltorio hace que algo sea más bonito pero lo que realmente marca la diferencia y la decisión es el sentimiento, la humildad, la constancia, el ejemplo en el día a día… en definitiva, la naturalidad. Prometer cosas que luego no vas a cumplir o decir una cosa y practicar otra son en definitiva la llave a la desconfianza.
Javier Vila de Savenelle de Grandmaison | Protocolista | Café y Protocolo, columna desde 2016.
