Los peliculeros seudoexpertos

#sutilezascotidianas | Las redes sociales, bien utilizadas, pueden ser una interesante herramienta de comunicación donde uno puede encontrar cosas valiosas, pero también se han convertido en un caladero de peliculeros seudoexpertos. Y digo “en las redes” porque son el escaparate de nuestras opiniones. Lamentablemente, muchas veces, detrás de un seudónimo y amparados en el anonimato, zahieren gratuitamente o malmeten con el único fin de polarizar y desestabilizar, hiriendo de forma innecesaria, alimentado así su insaciable ego.

Los peliculeros seudoexpertos no son conscientes —o sí— del grado de desinformación que pueden llegar a generar. Les importa un bledo, en general, la realidad de las cosas, porque su única obsesión es aparentar que saben de un tema. Se ponen el traje roído de expertos, lanzando opiniones sin reflexionar ni contrastar las tonterías que llegan a decir, aplaudidos por sus seguidores. Una de las características de estos seudoexpertos es, precisamente, que suelen tener un número significativo de seguidores, embobados por sus absurdas afirmaciones. Esto lo hace aún más grave, porque al final influyen directamente en la opinión de ciertas personas que, dicho sea de paso, deberían contrastar lo que leen. No como algo aislado, sino como un hábito: es necesario que todos aprendamos a verificar, leer otras opiniones y reflexionar antes de formar nuestra propia perspectiva.

El seudoexperto debe despertar de su obsesión por protagonizar una película de mentiras, donde él es el “prota” más listo del mundo mundial. Porque, al final, una opinión lanzada solo para ganar un puñetero like lo único que consigue es sembrar desinformación y mentiras. Todo esto lo he vivido en persona, porque dentro de los temas que algo sé, he podido comprobar que faltaban a la verdad. Incluso en alguna ocasión he enviado un mensaje —privado— indicándoles que estaban equivocados. Es cierto que todos nos podemos equivocar, pero cuando esa persona persiste en ese camino, llegas a la conclusión de que el bicho del peliculero seudoexperto les ha picado.

En mi mundo profesional —comunicación, protocolo e imagen pública— hay profesionales fantásticos que me encanta leer, porque uno nunca deja de aprender. Pero también hay otros que son un auténtico bluf, convirtiéndose en lo que ya mencioné: peliculeros seudoexpertos que, además de faltar a la verdad, acaban transmitiendo una imagen errónea de nuestra profesión. En las redes sociales, en innumerables ocasiones, prefiero no opinar sobre ciertos temas y, más aún, de mi campo, porque muchas veces nos faltan datos para emitir un juicio.

Un poco más de responsabilidad y coherencia, por favor.

Javier Vila de Savenelle de Grand Maisón

JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 51) | #todocomunica

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