Imagen fuente: Diario Marca

Es la primera vez en la historia que un club consigue ser Campeón del Mundo en fútbol y baloncesto. El Real Madrid logró algo increíble para el deporte español y por extensión para la Marca España este domingo en Sao Paulo. Hasta que se dispute el próximo mundial de fútbol el Real Madrid podrá presumir de que, en estos momentos, es el Campeón del Mundo de estos dos grandes deportes al mismo tiempo.

Estaría igual de contento si fuese cualquier otro equipo español ya que para mí el éxito de un conjunto español siempre es motivo de alegría, escapando siempre de la politización del deporte.

No obstante el motivo de alegría es proporcional a la tristeza que siento al ver que, como país, seguimos sin ser capaces de saber aprovechar el tirón y el interés que despiertan los equipos y deportistas españoles en el extranjero. En el caso de Sao Paulo y en general en casi todos los países de América Latina sienten mucha admiración y respeto por el deporte federado español pero una vez más desabrochamos dicha fuerza; seguimos sin apostar claramente por la diplomacia deportiva. Casi todas las grandes empresas españolas tienen presencia en estos increíbles países que viven el deporte con pasión; ¿por qué no se organizan eventos paralelos durante la estancia de los equipos, deportistas o técnicos españoles para promocionar nuestras empresas? ¿Somos conscientes del impacto que tienen en los medios y su capacidad de convocatoria? Necesitamos un papel más proactivo de las instituciones españolas en el extranjero.

Javier Sobrino, para mi uno de los referentes internacionales en la diplomacia deportiva habla de la importancia de la transversalidad del deporte y los de factores que interactúan en el deporte como motor económico de un país. Creo que es el momento que el protocolo deportivo se ponga al servicio de la diplomacia deportiva y se convierta en una herramienta indispensable para lograr que alcance la importancia que ya tiene en otros países como en EEUU o Colombia.

El protocolo deportivo debe innovar y reclamar un papel protagonista, evitando que le encasillen en las premiaciones, palcos y dos cosas más. Después de vivir casi dos años lejos de España estoy convencido que el protocolo deportivo tiene un gran futuro en el contexto internacional pero debemos de ser un poco más osados, valientes y demostrar que el protocolo deportivo también apuesta por la transversalidad.

El protocolo deportivo y los eventos deportivos (directos e indirectos) puede trabajar además de las premiaciones, palcos, etc., en:

• Organización de eventos para la difusión de empresas españolas
• Selección de espacios acorde con las necesidades de un evento
• Organización de los viajes de las autoridades, empresarios, familiares…
• Las particularidades de cada país; protocolo internacional
• Elegir tipos de salas para cualquier acto/evento
• Innovar, buscar y proponer nuevos formatos
• Encuentro entre países; la mejor propuesta para maximizar la relación entre todas las partes.
• El deporte como medio para solucionar conflictos, ¿elegimos el esquema del evento apropiado?
• Propuestas para modernizar el protocolo deportivo dentro de las instituciones con el fin de ir cambiando, modernizando y evolucionando las prioridades de representatividad en los actos, eventos, reuniones. Para eso es necesario conocer todas las particularidades de cada país con el fin de garantizar que el protocolo deportivo trabaje para el deporte. Efectivamente,  nos debemos a nuestros jefes y a sus objetivos pero podemos buscar la propuesta con la mayor carga ética posible.
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También podríamos hablar de la seguridad, de la integración, de la hostelería, turismo pero mi intención era hoy reivindicar  el papel de protocolo deportivo y animar a que los jóvenes se especialicen, para mí, en una las disciplinas más apasionantes del protocolo.

Javier Vila de Savenelle de Grandmasion