#sutilezascotidianas Qué poco entendemos por moderación cuando tenemos la oportunidad de comer lo que queremos… la cuestión es que, como es “gratis”, nos servimos como si no hubiéramos comido desde hace semanas. Tampoco importa si nos hemos equivocado en la elección o si nos hemos servido demasiado: lo dejamos y vamos a por otra cosa.
En más de una ocasión, en el desayuno de un hotel con buffet, he comprobado cómo devoramos con la mirada, cogemos un plato y lo llenamos hasta los topes. Da igual el qué y el cómo, con tal de verlo lleno; total, es “gratis”. Y más triste todavía es la cantidad de comida que luego queda entre un maremágnum de platos sucios, restos y desperdicio… porque, además, como sucede en los aviones, por donde pasamos dejamos un auténtico campo de batalla de suciedad y desorden.
Ayer, mientras esperaba a mi avión, la sala se convirtió en un auténtico correcalles de personas buscando comida. La cuestión era comer hasta reventar en el menor tiempo posible. Es el objetivo que tienen algunos nada más salir de casa: llegar a la sala y servirse de todo. Y si no está bueno o no gusta, se deja y se prueba más… hay que aprovechar que es “gratis”. Y, de paso, me llevo el táper y la mochila para el viaje… además de unos periódicos, unas revistas… y, por qué no, el florero.
No estoy diciendo que no disfrutes de un buen desayuno, de un aperitivo o incluso de comer porque has decidido dormir en el avión o porque has tenido una reunión y no has podido hacerlo antes. Lo que digo es que todo debe hacerse desde la moderación y el respeto: respeto a las personas de tu alrededor y respeto a la comida. Somos muy afortunados y, quizás, en más de una ocasión no valoramos la suerte que tenemos. Y sí, lo llevo al extremo: hay personas que no tienen la opción, ni siquiera, de una comida al día… mientras tanto, nosotros nos ponemos como una boa.
Todo esto también es extensible a cuando nos invitan a comer. No hace falta excederse, ni pedir lo más caro, ni bebernos hasta el agua de los floreros. Ahora que se acerca la Navidad, con las comidas de empresa o incluso las familiares, claro que es importante disfrutar, pero siempre con moderación y respeto.
Javier Vila de Savenelle de Grand Maison
JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas (Capítulo 107) | #todocomunica #buenasmaneras

