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#sutilezascotidianas | Recuerdo con mucho cariño cuando mis padres me regalaron un walkman Sony… cómo ha pasado el tiempo, con esos cascos de color naranja. Sony lanzaba, el 1 de julio de 1979, un dispositivo de música portátil, acompañado de esas cintas magnéticas que nos permitirían viajar escuchando nuestra música favorita. Llegaron a vender más de 50 millones en los años 80; hoy, los jóvenes nos mirarían como extraterrestres si nos paseáramos por la calle con el mítico walkman. Todo ha evolucionado mucho, a una velocidad de vértigo, pero los recuerdos perduran en el tiempo.

Este fin de semana llevaba a mi hija a su partido de baloncesto. En casa disfrutamos mucho de estos momentos, aunque a lo largo del año pasamos bastante tiempo en el coche. Aprovechamos estos instantes para escuchar música, reírnos y compartir reflexiones… preocupaciones, decepciones, alegrías y sueños. Al llegar a un semáforo, estábamos esperando a que se pusiera en verde; al mirar a mi izquierda, vi a una madre con su hija también esperando. Intuí que era su madre porque iban al mismo sitio que nosotros, lo cual pude confirmar más tarde. La niña llevaba unos cascos, no como los Sony naranjas, sino unos enormes, porque ahora parece que cuanto más grandes, más “molones” son. La imagen me resultó muy triste porque su madre iba conduciendo y la hija escuchaba su propia música, mirando por la ventanilla, ensimismada en su mundo.

Siempre digo que generalizar nunca es bueno. Por supuesto que utilizar auriculares no es inapropiado, pero todo tiene su momento. Quizá haya una razón para que la niña escuchara su propia música, pero deberíamos evitarlo. Cuando estás con alguien, en un espacio tan reducido, por favor, quítate los auriculares; disfruta de esos momentos y de todos los que puedas con tus seres queridos, amigos, conocidos o personas que acabas de conocer. Es un gesto de cortesía y de respeto; presta atención, incluso si tienes un mal día, porque una conversación supera con creces cualquier momento musical. Todo tiene su momento.

En general, lo que os he contado ya se ha vuelto algo normal. Vamos por la vida como autómatas y, claro, es bueno desconectar y escuchar música, pero si estás con alguien, si te encuentras con alguien, si hay la opción de conversar o incluso si te están atendiendo… porque incluso cuando nos atienden estamos con los cascos puestos… por favor, quítate los auriculares.

Javier Vila de Savenelle Grand Maisón 

JVSG® 1931 | Sutilezas Cotidianas