Mi reflexión: Está claro que el título de este artículo no tiene nada que ver con la magistral obra de Gabriel García Márquez. Por cierto que se conmemora el trigésimo aniversario de la concesión del Premio Nobel de Literatura; en el que como anécdota y como expresarían mal algunos, “rompió el protocolo” al recoger el premio vestido de un clásico liquiliqui de lino blanco.

Entrando en materia, durante estos días hemos podido leer un sinfín de opiniones sobre el Día de la Fiesta Nacional, en relación a S.A.R. la Infanta Elena y Su posible “marginación” al no haber estado en la misma Tribuna Principal, donde estaba S.M. el Rey. Digo “marginación” porque he podido leer en algún periódico, que se le había marginado por este motivo.

No quiero hacer de estas líneas un testamento de críticas o de posibles interpretaciones pero intentaré ser claro en mi opinión.

En mi modesta opinión creo que se respetó el R.D. 2099/83 ya que, no nos olvidemos, había además de la Tribuna Principal, otras dos tribunas más. En una de éstas, estaba la Infanta Elena ocupando el lugar que le corresponde en relación al R.D. No voy a entrar a valorar si agrada o no esta decisión, pero si quiero dejar claro que no pienso que sea incorrecta; es más, me parece una decisión apropiada.

Por lo tanto, me parece que todo se ha magnificado por intereses varios. Casa Real es consciente que el protocolo se actualiza y digo actualiza, porque es más acertado que decir, que ha cambiado. Seguiremos viendo nuevas actualizaciones que van en consonancia con los tiempos actuales y la necesidad de transmitir que el protocolo no es rancio, inamovible  y que tiene vida.

Mi última reflexión es que pienso que los que están realmente marginados, son los profesionales del protocolo porque, algunos periodistas,  antes de escribir en un periódico sobre esto, deberían haberlo analizado con profesionales de la materia. En España hay muchos y muy buenos.

JavierVila de Savenelle de Grandmaison