La educación debe formar parte de nuestras vidas; sin ésta, transcurriremos por la antesala de la decadencia como seres humanos. Cada día luchamos contra la indiferencia y la falta de respeto; vivimos rodeados de personas que no valoran una de nuestras mayores riquezas, la educación.

Creo que estamos cayendo en un profundo error, trabajamos más nuestra imagen que la educación. Todos cometemos errores pero debemos intentar esforzarnos en hacer la vida más fácil a los demás.

Podría estar enumerando situaciones que para mí me resultan muy incómodas y desagradables, como la de entrar en un sitio y dar los buenos días y que no te contesten o ver como una persona está limpiando y no somos capaces de disculparnos por interrumpir su trabajo. ¿Cuántas personas prestan atención a las indicaciones de la azafata antes de despegar?

Siento decirlo así pero cada vez somos más maleducados y más egoístas. Creo que hay que recuperar ciertas asignaturas que reconduzcan esta situación y no seguir viviendo tratando de ser los primeros a cualquier precio.

Siempre me acuerdo de los políticos y me gustaría que piensen que es más importante su educación o su imagen; que es más importante cumplir con la Ley o el color de una corbata o un traje.

Javier Vila de Savenelle de Grandmaison